Hay un
culpable que no está preso y a lo mejor está muy ‘quitado de bulla’ por el
asesinato del alcalde Juan de los Santos.
Hay un
culpable al que parece que se le subieron los humos del poder a la cabeza sin
reparar en las fatales consecuencias.
Hay un
culpable que utilizó el poder de su hermano (hoy muerto) para conseguir la
orden de un embargo y ejecutarlo en menos de tres días hábiles, a pesar de que
el Ministerio Público no otorga la fuerza pública para embargos y desalojos en
época de Navidad por ‘razones de humanidad’.
Hay un
culpable de una tragedia que utilizó ‘tigres’ del consorcio de bancas ‘Juancito
Sport’ y los utilizó como “fuerza pública” para ejecutar un embargo, despojando
de vehículos cuyas matriculas no estaban a nombre del embargante y quien luego
se convirtió en homicida.
Hay un
culpable que utilizó para ejecutar el embargo a unos “tigres” de su consorcio y
de Ayuntamiento Santo Domingo Este que fueron a la casa del embargado se
comieron como ‘huestes hambrientas’ la comida de la casa embargada y luego
cargaron con todo lo que les dio la gana.
Hay un
culpable que acorraló a un hombre que luego, como una bomba de tiempo, actuó
como un homicida, y ya saben lo que pasó.