Sin
duda alguna la mayor bendición para una mujer es y será dar vida a otro ser,
ser madre.
Quienes
ya gozan de ese privilegio no pueden negar que es algo único el sentir como
algo crece dentro de ti, una sensación indescriptible y un amor tan grande que
no cabe en el pecho. Inclusive las mamas que apenas están atravesando esta
etapa, saben de lo que estoy hablando.
Y es
que el que alguien te diga ¨mamᨠes lo mejor que te pueda pasar, creo que
finalmente sólo quien ha dado vida a otro ser, sabe cuánto se puede llegar a
amar en realidad.
Y
aunque ello sea lo mejor que te puede pasar, perderlo sería lo peor, es un
dolor que no puede describirse fácilmente, un dolor que permanece y que sólo
quien es madre entiende.
La
verdad es que no importa la edad que tenga, el dolor es sumamente fuerte.
Muchas personas piensan que cuando son bebés el dolor es mínimo a comparación
de perder a un hijo de más edad.
Ambos
casos son muy dolorosos y lamentablemente la muerte de bebés al nacer, va en
aumento.
Sin
duda nunca importará el mucho o poco tiempo que hayas convivido con tu hijo, el
perderlo será sumamente doloroso.
Y es
que la forma de amarlos es igual, la gran mayoría desde que reciben la noticia
de que serán mamá, le comienzan a hablar y decirle cuánto lo aman. Idealizan
tantas cosas, imaginan sus primeras palabras, sus primeros pasos, el cómo le
enseñarán a montar bicicleta, entre otras muchas actividades.
Por
lo que dar a luz con tanta felicidad e ilusión y luego caer en la cruel
realidad de que nada de lo soñado se podrá concretar, es muy difícil de
aceptar.:
La historia que te contaremos a
continuación, te partirá el alma y es que la pérdida de un hijo es algo que no
se supera jamás, ni con el pasar del tiempo.
Katy estaba en labor de parto, moría por
conocer a sus dos pequeños pero algo no salió bien; uno de ellos lloraba y se
movía y el otro ni siquiera respiraba. Desesperaba quería que hicieran lo
posible por reanimarlo, la idea de perder a su pequeño, el cual estuvo 9 meses
en su vientre, le parecía insoportable.
Le pidió al doctor que le permitiera
cargarlo. Cuando por fin lo sintió, lloró desconsolada, deseaba con todo su
corazón un milagro, le decía cuanto papá y mamá lo amaban y el entusiasmo con
el que lo habían esperado.
Le acariciaba dulcemente el rostro y con
una voz entre cortada pero muy dulce, le susurró: ¨Quiero que sepas que te amo¨
y sus lágrimas cayeron sobre el cuerpo del bebé. En ese momento la mano del
bebé se cerró y comenzó a llorar.
Nadie en la habitación podría creerlo,
pero los padres no querían averiguar, ellos simplemente estaban sumamente
felices, su familia estaba completa, no había más que explicar.
Y definitivamente cuando uno se aferra a
la vida, le termina ganando y este bebé es todo un guerrero, aunque el amor de
madre también surgió gran efecto.
Los milagros existen, ¡no perdamos la
fe! Sinceramente el vídeo vale la pena verlo, al menos a mí me ha hecho
derramar lágrimas, es impresionante cómo un pequeñito se aferra tanto a la vida
y cómo una madre es capaz de dar precisamente ese amor que hace querer
aferrarse.
Ojalá muchas madres corrieran con la suerte de
la del vídeo, desafortunada mente muchas han tenido que sufrir y llorar esta
lamentable e irreparable pérdida. Sólo quien ha vivido una terrible situación
así, sabe lo que en verdad se siente y es algo que sin duda, no se le desea a
nadie. VÍDEO: - Madre sostiene a recién nacido sin vida en sus brazos, ¡Observacon atención su mano.